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La Mater se coronó este 24 de Febrero en el corazón de nuestros héroes de la Patria!

Hace 8 meses

Se vivió un momento histórico para la paz del país, en el Santuario Nacional de Schoenstatt, en Guayaquil - Ecuador, a través de una Santa Eucaristía en gratitud y súplica por nuestras Fuerzas del Orden


La Pastoral del Santuario Nacional de Schoenstatt, con "la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios", organizó una Santa Eucaristía en gratitud y súplica por nuestras Fuerzas del Orden, que fue presidida por el Arzobispo de Guayaquil, Monseñor Luis Gerardo Cabrera, pastor de nuestra Iglesia, y concelebrada por nuestro coordinador diocesano de Schoenstatt, Padre Eduardo Auza. Expectativa: consagrar a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional a nuestra MTA, porque Ella obrará milagros. Realidad: Shock! Realidad: Shock! Las lecturas del día estaban tan ligadas a la realidad del país y al anhelo de la sociedad, es decir, Dios nos esperaba hoy. A pesar de la comprometida agenda del Arzobispo de Guayaquil, la misericordia de Dios nos escuchó y recibimos de su parte un “sí… a esa hora” a pesar de tener un compromiso durante la jornada. La Homilía que escuchamos fue un llamado de paz titulada “ANTES SE DIJO, PERO YO LES DIGO” en donde todos somos actores, todos tenemos a nuestra responsabilidad atender ese llamado a través de la coherencia porque “Una oración sin acción nos aparta de la tierra; y una acción sin oración nos aleja del Cielo”. En el Ofertorio se presentaron ante el altar canastos con productos de seguridad e higiene para uso personal, que fueron donados gracias al solidario corazón de la familia de Schoenstatt para las Fuerzas del Orden con el anhelo de ayudarles a sobrellevar sus complejas labores en áreas, a veces, inhabitables. ¿Cuándo íbamos a pensar tener a los altos mandos relacionados con la seguridad nacional en nuestro pedacito de cielo? Ministros de varias Ramas, representantes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Armada del Ecuador, Fuerza Aérea, Ejército Ecuatoriano, representantes del Poder Judicial, Exmandatarios e invitados especiales cantando al Sagrado Corazón de Jesús bajo el manto de nuestra Madre y Reina quien los recibió a todos para regalarles a raudales las 3 gracias que Ella reparte allí al que llega con fe y confianza: la gracia de sentirse plenamente amados y cobijados bajo su manto, la gracia de ser transformados en mejores personas y la gracia de ser enviados a la misión. La Mater quiso irse con ellos. Se otorgó una bendición especial a los Ministros y personajes relacionados con el gobierno del Ecuador; se los consagró a todos y las Hermanas de María colocaron a cada uno una medalla con la imagen de nuestra Reina de la Paz, que fueron bendecidas durante la ceremonia y pasaron la noche previa en el altar, junto al sagrario. Todos querían su medalla, todos querían llevarse esa gracia que sintieron, algunos se pusieron su medalla en el cuello, otros la envolvieron en su chaleco “para que te salve la vida”, decía un oficial y otro fervientemente le respondió “para que te lleve directo al cielo”. ¿Estamos conscientes que ellos ofrecen su vida todos los días para que tú y yo podamos continuar con nuestras responsabilidades? Por esto y por mucho más, era justa y necesaria esta Santa Misa en su honor: “Gracias Padre Dios porque el Ecuador cuenta con ellos y te suplicamos que los bendigas en todo momento”. Ya al final, como es característico de los guayaquileños, les teníamos preparado un homenaje con un concierto a 4 cuerdas para un compartir en donde pudimos conocernos, reconocernos,agradecernos y saber del anhelo que tenían de mantener esta alegría por haberse sentido tan acogidos y de regresar a este lugar de gracias ante lo que pudimos responder que gustosos los esperamos en cualquier momento porque somos “Familia del Padre, Hogar para el Mundo”.