Dentro de la gran familia que es el Movimiento de Schoenstatt, somos la rama femenina que reúne a mujeres que, en su realidad de jóvenes-adultas insertadas en el mundo del trabajo, quieren dar una auténtica respuesta cristiana en el entorno que les toca vivir.
Nuestro Modelo es María. Queremos entregar al mundo su rostro, llevando a Cristo como ella, que fue su primer Tabernáculo.